¿Qué es la Web 3.0?
Decíamos en el artículo anterior que la Web 2.0 cambió a la red para hacerla más accesible a los usuarios, permitiendo la participación social y creando lo que muchos expertos llaman la sociedad del conocimiento. La Web 3.0, que aún está en construcción, siendo por el momento sólo una visión futura, busca realizar un segundo cambio en la red para hacer la información que en ella se contiene más accesible para las computadoras. Es decir, "se trata de dotar de significado a las páginas web, y de ahí el nombre de web semántica" (Pérez Crespo, Salvador, Cómo será la Web 3.0).
¿Cómo funciona?
Actualmente los archivos en donde se encuentran las páginas web y la información que alberga Internet se encuentra codificada a través de lenguajes muy distintos entre sí. Por lo tanto, el primer paso será la homogeneización de las bases de datos, de tal forma que todos los computadores puedan acceder con facilidad a los contenidos sin la "dificultad" de tener que "conocer" muchos lenguajes para interpretar la información. Actualmente el lenguaje html sólo permite la interconexión de archivos y el mejoramiento de las interfaces; sin embargo, a decir de los expertos, es muy difícil la catalogación de la información por las razones descritas previamente.
En el momento en que se logra uniformar las extensiones de las bases de datos, es posible la creación de agentes de información que se dedican a catalogar y buscar datos sin utilizar a seres humanos. En otras palabras, Internet comenzará a realizar interconexiones autónomas de conocimientos y datos, convirtiéndose en un "super-cerebro".
¿Para que sirve?
Con la web 3.0 las búsquedas serán más humanas, de tal forma que, por un lado, los sitios web comenzarán a brindar información personalizada sin que el usuario necesite detallar su información a partir de la predicción de gustos, algo que ya sucede en muchos sitios web, pero que será mucho más sencillo y mucho más atinado gracias a la extensa red de conexiones con las que contará la web.
Además, este sistema permitirá realizar preguntas detalladas y específicas a la red y ésta devolverá resultados exactos sin la necesidad de que el usuario tenga que estar buscando en los buscadores (valga la redundancia). En otras palabras, si recordamos la escena de la película A. I., donde existe un robot holográfico al cuál se le pueden hacer preguntas como si fuera una persona y éste contesta lo más humanamente posible, será una realidad innegable.
FOTOS
RECOMENDAMOS:
DEAN ALLEMANG, Semantic Web for the Working Ontologist: Effective Modeling in RDFS and OWL.
DANIEL HARRIS, Web 2.0 Evolution into The Intelligent Web 3.0.